1. Ambientación
El animador dará inicio al encuentro pidiéndole a cada joven que piense en una semilla que quiera que crezca con fecundidad en su vida (Ej: semilla del amor, semilla de la paciencia, semilla del servicio, semilla de la oración, semilla de la humildad, semilla de la responsabilidad, etc). En este momento no la socializarán, pero sí la anotarán en una hoja y la tendrán en mente.
1.1 Oración inicial: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor, gracias por tus bendiciones. La semilla de tu Palabra siempre produce buenos frutos, no permitas que las distracciones nos arrebaten lo que en este encuentro quieres revelarnos, concédenos que la semilla de tu gracia crezca para estar cerca de ti y llevarte a los demás. ¡Ven, Espíritu Santo! Amén.
2. Leamos la Palabra y meditemos.
Busca en tu Biblia Marcos 4, 3-9 y lee minuciosamente el texto, enfocando tu atención en cada palabra, personaje y escenario, para interiorizar y comprender mejor su sentido.
2.1. Actividad. En este punto, el animador dividirá la comunidad en 3 grupos para que de manera creativa representen las siguientes situaciones:
- Grupo 1: ¿Cuándo hemos sido las semillas que caen junto al camino?
- Grupo 2: ¿Cuándo hemos sido las semillas que caen en terreno pedregoso?
- Grupo 3: ¿Cuándo hemos sido las semillas que caen entre espinos?
Puede ser por medio de una historia, un dibujo, una canción, mímicas, o de cualquier otra forma que consideren. Si es necesario, se puede volver a leer la Palabra.
Para finalizar este momento, en la hoja que tenían al principio y de forma individual, cada uno escribirá cómo puede ser tierra fértil desde su realidad, para hacer fecunda la Palabra de Dios y también esa semilla que contemplamos desde el inicio del encuentro.
A continuación, compartimos las ideas principales a tener en cuenta por los coordinadores para la conclusión:
- La Palabra de Dios que Jesús siembra en cada uno de los discípulos hace nacer el Reino de Dios. Pero no siempre es así. Depende de las condiciones en que se encuentra el corazón de cada hombre y de cada mujer. Solo produce fruto si encuentra tierra fértil. La fertilidad es la oportunidad para que sea fecunda. Y la fertilidad es ante todo una escucha humilde.
- Dios lanza su Palabra, como semilla dentro de un campo que es el mundo.
- Estamos en tiempo de siembra. Como Jesús continúa esparciendo su semilla, así debemos hacerlo también nosotros los sembradores enviados por él a todos los hombres y mujeres y a todos los ambientes.
3. El Papa Francisco nos enseña.
«Leamos algún versículo de la Biblia cada día. Comencemos por el Evangelio;
mantengámoslo abierto en casa, en la mesita de noche, llevémoslo en nuestro
bolsillo, veámoslo en la pantalla del teléfono, dejemos que nos inspire diariamente.
Descubriremos que Dios está cerca de nosotros, que ilumina nuestra oscuridad, que nos guía con amor a lo largo de nuestra vida».
– Papa Francisco, Homilía del Domingo de la Palabra de Dios. 26 enero 2020.
4. Compromisos.
4.1. Privado: Destina dos minutos de tu día (a lo largo de una semana) para leer lo anotado durante la actividad y así esforzarnos por ponerlo en práctica.
4.2. #RetoSemanalPJ: Comparte por tus redes sociales tu cita bíblica favorita acompañada del hashtag #TierraFértil y etiqueta a la Pastoral Juvenil Arquidiocesana. En caso de que no tengas estos medios, realízalo personalmente con tus allegados o aquél que pueda necesitar este mensaje.
5. Oración final.
El coordinador asignará a un joven de la comunidad para que se encargue de dirigir una oración espontánea a la luz de lo aprendido en el presente encuentro.