- Ambientación
El animador de la comunidad juvenil invita a los integrantes a la contemplación de unos signos que estarán previamente dispuestos en un altar, los cuales serán: una paloma que simbolice al Espíritu Santo y a su alrededor varios corazones que contengan los dones del Paráclito. Terminado este momento, a cada joven se le entregará uno de los siete dones escrito en un corazón de papel y se les pedirá que lo aseguren.
- 1. Oración inicial
Para iniciar el encuentro recomendamos reproducir el siguiente canto al Espíritu Santo: https://www.youtube.com/watch?v=WMkgHyu4HGo
Una vez dispuestos, invocamos a la Santísima Trinidad, dando gracias a Dios por la vida, por la familia, por la comunidad juvenil y por la oportunidad de reunirse una vez más. Se cierra la oración con un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
2. Leamos la palabra y meditemos
Busca tu Biblia y lee Números 11, 16-17. 24-30, lee minuciosamente el texto, enfocando tu atención en cada palabra, personaje y escenario, para interiorizar y comprender mejor su sentido.
El Señor respondió a Moisés: –Tráeme setenta dirigentes que te conste que dirigen y gobiernan al pueblo, llévalos a la tienda del encuentro y que esperen allí contigo. Yo bajaré y hablaré allí contigo. Apartaré una parte del espíritu que posees y se lo pasaré a ellos, para que se repartan contigo la carga del pueblo y no la tengas que llevar tú solo. Moisés salió y comunicó al pueblo las palabras del Señor. Después reunió a los setenta dirigentes del pueblo y los colocó alrededor de la tienda. El Señor bajó en la nube, habló con él, y apartando parte del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta dirigentes del pueblo. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, una sola vez. Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: – Eldad y Medad están profetizando en el campamento. Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: –Prohíbeselo tú, Moisés, señor mío. Moisés le respondió: –¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor! Moisés volvió al campamento con los dirigentes israelitas.
PALABRA DE DIOS
2.1. Dialoguemos sobre lo que dice la Palabra de Dios.
A continuación, compartirán en comunidad las siguientes preguntas:
- ¿Nos dejamos guiar por el Espíritu Santo en la realización de nuestras tareas como servidores en nuestra parroquia y comunidad juvenil?
- ¿Pedimos la gracia del Espíritu Santo para realizar las tareas del día a día?
2.2. Interioricemos con la Palabra
El animador del encuentro, propiciará una breve reflexión en torno a los siguientes puntos:
- La tarea de liderar (en un sentido amplio), no puede llevarse a cabo si no es por la ayuda del Espíritu de Dios.
- Así como Dios ayudó Moisés cuando se encontró ante un problema complejo, también el Señor a nosotros nos hace notar que para Él no hay nada imposible.
- El Señor puede dar su Santo Espíritu a quien considere, por encima de las determinaciones humanas.
- No debemos buscar la exclusividad en la transmisión del Espíritu, sino que, mirando al bien de los demás, nos debe alegrar de la manifestación del Santo Espíritu en otras personas.
2.3. Actividad.
A través de dramatizados, los jóvenes representarán un par de situaciones que generen desacuerdo, las cuales deberán ser resueltas de la manera más justa por dos miembros de la comunidad juvenil que serán escogidos por el encargado de la actividad.
Los casos son los siguientes:
- Discusión familiar entre hermanos por el uso del televisor.
- Inconformidad entre coordinadores de una comunidad, respecto a la manera de dirigir un encuentro.
La finalidad del ejercicio es reconocer que el Santo Espíritu nos da la capacidad de liderazgo para resolver los distintos conflictos que se puedan presentar, tal como sucedió en la lectura Bíblica con Moisés y los setenta.
3. El Papa Francisco nos enseña
“Nunca debemos olvidar que esta visión de la cooperación, basada en las relaciones y no en el beneficio, va en contra de la mentalidad del mundo. Sólo si descubrimos que nuestra verdadera riqueza son las relaciones y no los meros bienes materiales, podremos encontrar formas alternativas de vivir en una sociedad que no esté gobernada por el dios dinero, un ídolo que la engaña y luego la deja cada vez más inhumana e injusta”. Nuestro mundo está enfermo de soledad. Un gesto posible es convertir la cooperación en un modo de vida”
–Francisco a los miembros de la Confederación Italiana de Cooperativas. 16 de marzo de 2019.
4. Compromiso
4.1. Privado: Ora por el don que te correspondió al inicio de la actividad, para que Dios suscite ese don en tu vida, y, por ende, en la comunidad juvenil.
4.2. #RetoSemanalPJ: Comparte en las redes sociales una foto que represente el don del Espíritu Santo que te fue entregado. No te olvides de etiquetar a la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Cartagena.
5. Oración final
El coordinador asignará a un joven de la comunidad para que se encargue de dirigir una oración espontánea a la luz de lo aprendido en el presente encuentro.
